PROLIFERACIÓN DE RESTRICCIONES A LA CIRCULACIÓN DE CAMIONES, SIN PLANIFICACIÓN NI COORDINACIÓN ALGUNA: AHORA LA JEFATURA PROVINCIAL DE TRÁFICO DE ALMERÍA PROHIBE A LOS VEHÍCULOS PESADOS CIRCULAR POR LA A-7.
Siguiendo la senda de la falta de una planificación y coordinación basada en estudios objetivos y profundos, las distintas administraciones del Estado Español, se han lanzado a una progresiva carrera de prohibiciones a la circulación de camiones, sin acuerdos ni compensación alguna al sector del transporte de mercancías por carretera, el perjudicado a corto plazo de estas decisiones, que a medio y largo plazo afectarán a la economía y la sociedad en general de nuestro país. Hoy, es la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería quien limita la circulación de vehículos pesados en la autovía A-7, (autovía del mediterráneo), entre los kms 429 y 438 en sentido Francia, de lunes a viernes entre las 07:30 h y las 08:30 h, ayer la DGT, prohibiendo entrar en la Comunidad Autónoma Vasca, mañana no sabemos que administración será y que medida tomará.
El desbarajuste que se vive en España en materia de restricciones a la circulación y otros que afectan al sector, en las que la mayoría de las decisiones se toman más por cuestiones políticas que por cuestiones de sentido común y prácticas, choca contra las medidas flexibilizadoras, que no faltas de rigor y seguridad, priman en muchos países de la UE en relación con la actividad del transporte de mercancías por carretera, en parte de ellos, hay una libertad absoluta de circulación para los camiones en toda su red de carreteras durante los 365 días del año,.
El futuro que se avecina, no solo por las transferencias en materia de tráfico a las distintas Comunidades Autónomas, que terminan en una proliferación de normas y restricciones sin control ni coordinación, sino con decisiones locales o regionales dentro de la propia Dirección General de Tráfico, no es nada esperanzador para un sector como el transporte de mercancías por carretera, que necesita normas básicas, homogéneas, con seguridad jurídica y sentido común, para no dejar de ser, una actividad que no solo crea riqueza, sino que, es básica para la actividad industrial y empresarial de todo el país, y para la vertebración del territorio, salvo que los objetivos e intereses de la clase política no coincidan con los de los ciudadanos en este caso, los del sector del transporte de mercancías por carretera.
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